1. ¿Qué es la orientación sexual?
Según la APA (Asociación Americana de Psicología), la orientación sexual es la atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otra persona. Es fácil distinguir de los otros componentes de la sexualidad que incluyen:
El sexo biológico (presencia de órganos sexuales masculinos o femeninos),
Identidad de género (el sentido psicológico, social y cultural de ser hombre o mujer)
El rol social de género (conformidad respecto a las normas culturales sobre la conducta masculina o femenina).
La orientación sexual existe a lo largo de un tramo continuo, cuyo rango va desde la homosexualidad exclusiva hasta la heterosexualidad exclusiva, incluyendo también varias formas de bisexualidad. Las personas heterosexuales sienten atracción sexual, emocional y afectiva hacia personas de distinto sexo, mientras que las personas bisexuales sienten atracción sexual, emocional y afectiva tanto hacia su propio sexo como hacia el sexo opuesto. La orientación sexual difiere de la conducta sexual, pues se refiere a sentimientos y autoconcepto. Las personas pueden o no expresar su orientación sexual en sus comportamientos.
2. ¿Qué es la homosexualidad?
Es la orientación sexual de las personas que se sienten atraídas afectiva, emocional y sexualmente hacia las personas de su mismo sexo. Las personas con una orientación homosexual a menudo se denominan gays (tanto hombres como mujeres) o lesbianas (sólo para mujeres). La orientación gay y lésbica no debe confundirse con transgénero, transexualidad, transformismo o travestismo. El adjetivo transgénero describe a las personas cuya identidad de género no se corresponde con la atribución basada en su sexo biológico. Transexual remite específicamente a personas que se han sometido a operaciones de reasignación de sexo. Transformista es la persona que realiza espectáculos en los que se viste con las ropas del otro género. Travestida es la persona que disfruta vistiéndose con ropas del género contrario. Tanto los transgéneros como los transexuales, transformistas o travestidos pueden ser hombres o mujeres, heterosexuales, homosexuales o bisexuales. Hay que distinguir siempre entre género, orientación sexual y conducta sexual.
3. ¿Quiénes son los adolescentes gays y lesbianas?
Son, por lo tanto, los adolescentes que sienten atracción por personas de su mismo sexo. Cuando descubren o intuyen esa atracción, tienden a ocultarlo por miedo al desprecio y la discriminación. Por esto, cualquier alumna o alumno de cualquier centro educativo puede estar ocultando su orientación lésbica o gay. Estos adolescentes suelen vivir el descubrimiento de su orientación sexual con sentimientos de soledad, angustia y miedo. Es muy común que no tengan con quién hablarlo. Por ello, necesitan un apoyo y un clima de confianza que les permita afianzar una autoestima, que suelen tener muy dañada.
4. ¿Cómo se llega a ser lesbiana o gay?
Existen diferentes teorías sobre la orientación sexual de orden muy diverso: psicológicas, endocrinológicas, neuroanatómicas, genéticas… Ninguna ha sido científicamente demostrada de forma concluyente. Lo que sí es cierto es que en el caso de la orientación gay y lesbiana no se considera una enfermedad, ni un trastorno mental. Lo normal para los gays y las lesbianas es ser gays y lesbianas, igual que para los heterosexuales lo es la orientación heterosexual. Pedir a las personas que se comporten de forma contraria a su orientación sexual puede poner en serio peligro la salud y el equilibrio psicológico de esas personas.
Hay gente que descubre su orientación gay o lésbica en diferentes etapas de su vida, la mayoría comienza a hacerlo en la preadolescencia y lo desarrolla en la adolescencia. No se trata de un descubrimiento de un día para otro, sino de un proceso de conocimiento que suele desarrollarse en las siguientes etapas:
sentimiento de diferencia,
sorpresa ante esta diferencia,
toma de contacto social,
aceptación de la propia orientación.
Por supuesto, estas etapas son una abstracción que no siempre se corresponde con los casos particulares
5. ¿Cómo viven las lesbianas y los gays?
Las lesbianas y los gays viven como cualquier otra persona. Hay personas de orientación gay y lésbica en todos los ámbitos sociales, en todas las clases sociales, en todas las sociedades y las ha habido en todas las épocas. Existen tantas formas de ser gay o lesbiana como individuos que viven esta orientación. Algunos prefieren vivir en ámbitos frecuentados por gays y lesbianas; otros, lejos de ellos. Muchos viven en grandes ciudades; otros muchos, en pueblos pequeños. Tampoco son siempre reconocibles por su aspecto físico o por su pluma. La alumna de apariencia más femenina puede ser lesbiana y el alumno de apariencia más masculina puede ser gay.
6. ¿Cómo se distinguen las lesbianas y los gays?
En general, no hay características externas que los distingan de los demás. Por eso, mucha gente habla de lesbianas y gays como si nunca pudieran estar delante. La pluma, tanto masculina como femenina, no es exclusiva de la orientación lésbica o gay. Ni todos los gays son amanerados ni todas las lesbianas tienen comportamientos masculinos, y viceversa. En cualquier caso, todas las personas merecen el mismo respeto.
7. ¿Tienen los gays y las lesbianas preferencia por algún trabajo o alguna actividad particular?
No, en contra de los estereotipos que todos hemos oído, no existen profesiones específicas de lesbianas y gays.
8. ¿Las parejas de lesbianas y de gays se reparten los roles masculino y femenino?
No. Cada pareja es un mundo diverso en el que es posible pactar los quehaceres y los roles en condiciones de igualdad. No es cierto que alguno de los miembros de la pareja deba asumir el rol del otro sexo. El reparto tradicional de roles de género va cambiando en las parejas heterosexuales y, por supuesto, es otro de los falsos estereotipos de las parejas de lesbianas y gays.
9. ¿Cuántos gays y lesbianas hay?
El número, en realidad, es irrelevante. Los derechos y el respeto no sólo sirven para las mayorías, pues los derechos de las minorías deberían ser igualmente reconocidos. No obstante, los estudios más fiables hablan de entre un 5 y un 10 % de la población. La presencia de variabilidad en la prevalencia de la homosexualidad simplemente denota la complejidad de los aspectos técnicos, metodológicos, ideológicos, culturales y políticos que integran cualquier estudio de este tipo. Relaciones de hombres entre sí o de mujeres entre sí han existido en todas las culturas, en todas las épocas y en todas las regiones del planeta. Cada cultura las ha interpretado de manera diferente, igual que ha hecho con las relaciones sexuales en general.
10. ¿Por qué se sabe más sobre los gays que sobre las lesbianas?
Históricamente, la sexualidad femenina ha sido ignorada y relegada. Por ello, las lesbianas viven una doble discriminación: a causa de su orientación sexual y de su género. Si apenas se ha tomado en consideración una sexualidad femenina libre e independiente, difícilmente se va a considerar la sexualidad lésbica. A su vez, las muestras de afecto entre mujeres están más aceptadas y difundidas que entre los hombres. No se piensa de dos mujeres que vivan juntas que son pareja; sin embargo, las lesbianas existen en un número muy importante.
11. ¿Tienen los gays más posibilidades de contraer el sida u otras enfermedades?
No, las medidas de prevención en las prácticas sexuales de riesgo son iguales para todo el mundo. Es discriminatorio hablar de los homosexuales como grupo de riesgo de transmisión del VIH. Se debe hablar, en cambio, de prácticas de riesgo. Pero el tratamiento del sexo seguro es uno de los momentos en los que más claramente se puede hacer hincapié en la existencia de diversas realidades sexuales. La educación sexual debe hacerse de la manera más precisa y menos ambigua posible.
12. ¿Es legal ser lesbiana o gay en España?
No sólo es legal, sino que está defendido por la Constitución, en cuyo artículo 14 se reconoce el derecho a no ser discriminado por ninguna circunstancia personal. La realidad homosexual, además, está reconocida en algunas leyes como la Ley de Arrendamientos Urbanos, la Ley de Víctimas del Terrorismo y el Código Penal, que considera la homofobia como una agravante en caso de agresión. Asimismo, las comunidades catalana y aragonesa ya han reconocido la existencia y determinados derechos de las parejas de lesbianas y gays.
En el ámbito educativo, también la LOGSE, en su desarrollo a través de las “cajas rojas” de las transversales, reconoce que debe inculcarse en los centros educativos el respeto a la pluralidad de las sexualidades de los individuos y la necesidad de la convivencia de todas las diferencias que enriquecen nuestra sociedad.
13. ¿Es la homosexualidad una enfermedad?
No, ninguna asociación médica, psicológica o psiquiátrica la considera como tal. La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) eliminó la homosexualidad de su lista de desórdenes mentales en 1973. La Organización Mundial de la Salud también la retiró de la lista de enfermedades conocidas. Los psicólogos afirman que la orientación homosexual o bisexual no es un trastorno mental o emocional, y por lo tanto no debe existir discriminación basada en la orientación sexual de los individuos (APA, 1992). Todas las asociaciones y colegios profesionales han incluido este principio en sus códigos éticos y deontológicos.
14. ¿Es la homosexualidad una cuestión exclusivamente sexual?
No, es una cuestión afectiva en su conjunto, de sentimientos y de comportamientos. El amor no está reservado para los heterosexuales ni el sexo para los homosexuales.
15. ¿Qué son la homofobia y el heterosexismo?
Homofobia es el término que se aplica a las conductas de condena y rechazo de la homosexualidad, de los gays y de las lesbianas. Algunos psicólogos la han definido como el miedo irracional y persistente a los homosexuales. El heteroseximo es el sistema ideológico que niega, denigra y estigmatiza cualquier forma no heterosexual de comportamiento, identidad, relaciones o ámbito comunitario. La homofobia y el heterosexismo pueden tener muchas caras: violencia directa, institucional, social, etc. En los centros educativos son comunes los chistes sobre la orientación sexual, los términos marica, maricón y bollera utilizados como insultos… Este uso del lenguaje violenta a los jóvenes gays y lesbianas que lo escuchan, les advierte del peligro de expresar libremente su orientación, les destroza su autoestima y les hace vivir en el miedo a ser rechazados.
16. ¿Cómo se generan la homofobia y el heterosexismo?
La homofobia y el heterosexismo se transmiten las más de las veces de forma extremadamente sutil, a menudo sin que uno se dé cuenta, más en lo que se oculta que en lo que se dice. En nuestra sociedad, los únicos modelos que se transmiten son los heterosexuales, no se hace apenas referencia a modelos de afectividad homosexuales que ayuden a los adolescentes lesbianas y gays a configurar su identidad de forma sana. Los adolescentes perciben un silencio opresivo en torno a la homosexualidad. Silencio que se traduce en un fuerte sentimiento de soledad para lesbianas y gays.
Constantemente se habla sin tener en cuenta la posibilidad de que haya lesbianas y gays presentes, que posiblemente están sufriendo ante un chiste que los ridiculiza o ante la presunción de que a todos se apliquen normas heterosexuales. Esto se denomina presunción universal de la heterosexualidad.
17. ¿Cuáles son los principales problemas con los que se enfrentan una lesbiana o un gay adolescentes?
Las lesbianas y los gays adolescentes viven inmersos en un mundo que condena su realidad al silencio. Lo que ellos sienten en su interior carece de reflejo o referente en la información que reciben del exterior. No sólo nadie les ofrece modelos positivos, sino que temen buscarlos por miedo a caer bajo el estigma de el marica o la bollera del instituto. Temen el rechazo de la familia y los amigos, que podrían desposeerlos del apoyo afectivo, social y económico que todas las personas necesitamos. También temen el rechazo en el centro educativo, donde nada les hace suponer que allí van a encontrar un refugio en el que poder hablar con alguien que les entienda y les acepte.
18. ¿Qué supone para una persona reconocer su homosexualidad (salir del armario, en términos coloquiales)?
El reconocimiento ante los demás de la propia homosexualidad se conoce habitualmente como salir del armario. Es importante para los educadores recordar y tener en cuenta que se trata de una experiencia específica de lesbianas y gays. Los heterosexuales no deben pasar por el acto de autonombrarse porque se da por supuesto que son heterosexuales. En ese momento de reconocimiento, de salida del armario, los adolescentes necesitan especial ayuda. Este particular rito de tránsito puede ser muy duro y complicado. Hay que procurar que los jóvenes lo lleven a cabo en un ambiente de libertad y confianza que les permita desarrollar su personalidad y autoestima sin que éstas se vean dañadas por experiencias traumáticas. Es importante que tengan a mano una dirección o un teléfono en el que puedan compartir impresiones y experiencias con profesionales y expertos o con otras lesbianas y otros gays.
19. ¿Cuándo se reconoce a una tercera persona la propia homosexualidad?
La decisión de salir del armario debe tomarla cada persona cuando lo considere oportuno, eligiendo cuidadosamente el momento y las personas en las que se puede confiar. No es preciso contarlo a todo el mundo. Nadie debe obligar a las lesbianas y los gays a callar, pero tampoco a decirlo. Hay que tener en cuenta que a los heterosexuales se les reconoce por principio el derecho de exteriorizar y expresar sus sentimientos a los demás, el mismo derecho debe reconocerse a las personas de orientación gay y lesbiana, no obligándoles a hacer de sus sentimientos un secreto, sino algo que se puede expresar con naturalidad. Este es, a su vez, el camino para vencer los prejuicios homófobos en los demás y en uno mismo: el contacto personal y cotidiano con las diversas realidades humanas.
20. ¿A quién hablan primero de su orientación sexual las lesbianas y los gays?
Cada caso es diferente. Normalmente es a un/a amigo/a. Las chicas suelen ser más receptivas. En las escuelas debería haber orientadores y tutores preparados para ayudar a los/las adolescentes en esta situación, ya que es difícil hablar en estas edades y de estas cuestiones con los padres. La familia es especialmente problemática. A menudo los padres también necesitan información y ayuda.
21. ¿Cómo suelen reaccionar los padres y las madres ante una hija lesbiana o un hijo gay?
En general, depende del talante y la ideología de cada progenitor. No obstante, suelen atravesar unas etapas comunes: choque, negación, sentimiento de culpa y aceptación. Los padres y las madres deben tener claro que no hay culpa ninguna y que la orientación sexual de su hijo/a no es algo de lo que lamentarse: deben ayudar a su hijo/a a pasar por el ya difícil trance de la autoaceptación en una sociedad hostil.
22. ¿Cómo se pueden combatir la homofobia y el heterosexismo desde las escuelas?
Introduciendo el respeto hacia las diferentes orientaciones sexuales y los estilos de vida que conllevan, así como la información sobre las mismas de manera natural en la enseñanza. Esto es, ni más ni menos, lo que señala la LOGSE en las transversales Educación para la Salud, Educación Sexual, Educación para la Paz y Educación Moral y Cívica.
Cuidando el vocabulario empleado y teniendo en cuenta que, en cada explicación que se hace en un aula, hay delante jóvenes lesbianas, gays o, al menos, con dudas sobre su sexualidad. Se ha hecho un esfuerzo importante por erradicar el sexismo del sistema educativo. Este esfuerzo puede aplicarse igualmente a la orientación sexual. Del mismo modo que se está realizando un esfuerzo importante por suprimir el sexismo del lenguaje educativo, se puede hacer lo propio para no discriminar ninguna orientación personal. Hay numerosos términos y frases de uso cotidiano que, en realidad, transmiten prejuicios arraigados contra la homosexualidad. Es responsabilidad fundamental de los educadores erradicar esa tradición que tan negativamente afecta a muchos jóvenes.
23. ¿Qué se le puede decir a un adolescente que siente dudas sobre su orientación sexual?
Para empezar, los educadores deben hacer un esfuerzo para conocer y comprender la problemática particular que el joven está viviendo. Nunca se debe decirle que los sentimientos que experimenta son algo pasajero. En algunos casos lo son, pero en otros, no. Siempre deben tener claro que su orientación, sea la que sea, es válida, natural, respetable y está protegida por la ley. Además, con cualquier orientación sexual va a poder desarrollar su identidad y alcanzar la felicidad. Los adolescentes tienen el derecho a descubrir en libertad y sin miedos su propia orientación sexual. Lo que, efectivamente, es pasajero es el sentimiento de duda, miedo, angustia y soledad que seguramente están sufriendo. En las manos de sus educadores está conseguir que dichos sentimientos negativos desaparezcan más rápidamente. Aquellos educadores que se sientan alejados o desconocedores de esta realidad deben saber que cuentan con numerosas librerías, archivos y asociaciones en las que poder informarse.
24. ¿Cómo se debe responder a preguntas sobre la homosexualidad?
Todas las cuestiones relacionadas con las orientaciones lesbiana o gay deben tratarse de la forma mas abierta posible para que los jóvenes no tengan la impresión de que se trata de un tabú, de algo de lo que no se puede hablar. Aquellos educadores que se sientan muy alejados o desconocedores de esta realidad deben saber que cuentan con numerosas librerías, bancos de datos y asociaciones en las que poder informarse.
25. ¿Se fomenta la homosexualidad al hablar de ella?
En modo alguno. Al dar a conocer la realidad de lesbianas y gays se desmontan estereotipos, se eliminan miedos y se facilita la vida a quienes sufren a causa de su condición sexual. Se puede disimular la orientación sexual, nunca transformarla. Es necesario erradicar el prejuicio de que la homosexualidad se pueda transmitir o contagiar. No es ninguna enfermedad. No hay evidencia de que persona alguna haya cambiado su orientación sexual por alguna influencia externa.
Por otra parte, también está demostrado que los prejuicios y la homofobia de los estudiantes disminuyen cuando conocen personalmente a alguna lesbiana o algún gay. Por ello es muy importante la colaboración de la comunidad educativa con las asociaciones de lesbianas y gays, que suelen tener voluntarios para colaborar con los educadores y dar a conocer la normalidad de su vida con la finalidad de desmontar estereotipos y prejuicios que hacen daño a todo el mundo. Fomentar los prejuicios y la homofobia o defender cualquier forma de discriminación sí son un crimen en cualquier nación civilizada. El prejuicio se fomenta con el silencio deliberado sobre la homosexualidad. Para erradicar los prejuicios antigay y antilésbicos es necesario tratar estos temas en la educación.
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