jueves, 17 de enero de 2013

ETS, Sifilis

 

Sifilis

Es un enfermedad de transmisión sexual provocada por la bacteria ‘Treponema pallidum’. Esta bacteria vive en la sangre y su síntoma más característico es una úlcera en los genitales que se llama ‘Chancro sifilítico’.
Los síntomas de esta enfermedad suelen aparecer entre 10 y 90 días después del contagio. Estos síntomas aparecen en tres fases bien diferenciadas:
  • La primera fase se caracteriza por la aparición de una o varias úlceras en la zona genital por donde la bacteria entró al organismo. Esta úlcera se llama Chancro, dura de 3 a 6 semanas y se cura espontáneamente. Eso no quiere decir que la enfermedad se haya curado.
  • La fase secundaria de esta enfermedad aparece cuando se han curado las úlceras o a veces un poco antes. Esta fase se caracteriza por la aparición de erupciones en la palma de las manos, y en la planta de los pies y lesiones en la zonas más húmedas de la piel.
    Estas erupciones normalmente no producen picor y pueden pasar desapercibidas porque son leves. Cuando esta fase termina, la enfermedad puede estar latente durante mucho tiempo. Pero si no se trata, puede llegar a una tercera fase.
  • Tercera fase en la que se afectan órganos internos provocando daños graves.
Ante la presencia de algún síntoma que recuerde a estos, debería consultar con su médico o médica de familia o acudir a un centro de ETS. 

La sífilis puede contagiarse principalmente si se mantienen relaciones sexuales con una persona infectada, tanto a través del coito vaginal, como con el sexo oral o la penetración anal. Además, también puede ser transmitida de madre infectada al bebé durante el parto vaginal.

Para detectar la sífilis se realiza un análisis microbiológico del líquido del interior de la úlcera que se forma en la primera fase de la enfermedad. Si se ha tenido un contacto sexual en el que cabe la posibilidad de infección, no dude en ir a un Centro de ETS o al médico o médica de familia.
La única forma de prevenir el contagio de sífilis es utilizando el preservativo, de manera habitual y correcta. Los preservativos se deben utilizar cada vez que se tienen relaciones sexuales. Durante todas las prácticas sexuales, tanto con el sexo vaginal, como con el oral o el anal. Sin embargo, el preservativo solo protege la zona que lo envuelve. Por tanto, si hay llagas o verrugas fuera de esta zona, a través de ellas se pueden transmitir algunas ETS, como el herpers genital, o el papilomavirus. En estos casos se recomienda no mantener relaciones sexuales mientras dure la enfermedad.

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