viernes, 5 de mayo de 2017

Suelo pélvico tras el embarazo,,PREVENIR MEJOR QUE TRATAR

  Aunque el cuerpo de la mujer posee mecanismos naturales para restablecerse después del embarazo, los especialistas aconsejan tonificar la zona para conseguir una recuperación más rápida y satisfactoria tras el parto.


   El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal  y cuya función es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) en una posición adecuada para su funcionamiento normal.

   A lo largo de su vida, una de cada cuatro mujeres y uno de cada nueve hombres padecerán algún trastorno asociado al suelo pélvico. Según explica Juan José Escribano, Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Alcalá de Henares de la Comunidad de Madrid, las patologías del suelo pélvico son un problema muy importante que afectan en gran medida a la calidad de vida de quienes las sufren, por ello, es esencial la prevención.

   Escribano apunta que la salud de esta zona del cuerpo femenino pasa por seguir dos recomendaciones elementales durante el embarazo: controlar el peso y acudir a las clases de preparación al parto. El especialista nos ayuda además a dilucidar algunas de las cuestiones más importantes sobre el suelo pélvico y su recuperación.
¿Qué situaciones ponen en riesgo el suelo pélvico?

   Sin embargo, existen factores de riesgo que no pueden controlarse, como un peso elevado del bebe al nacer, las gestaciones gemelares o un parto complicado en el que se ha necesitado instrumentación para extraer al niño. En estos casos, los músculos y ligamentos del suelo pélvico sufrirán más allá de lo que prevé la naturaleza y necesitarán un extra de cuidados pasadas las primeras semanas tras el nacimiento.

¿Cuáles son los ejercicios más recomendables?

   Los ejercicios más recomendados por los expertos antes y después del parto son los ejercicios de Kegel, basados en la contracción de los músculos del perineo. La forma más fácil de aprender a realizarlos es identificar primero los músculos que se deben contraer. Para ello, Escribano explica que el ejercicio es similar al que se realiza cuando se orina y se para la micción mediante una contracción.

¿Qué deportes son los más favorables en la recuperación?


   En principio, en la práctica deportiva lo más importante es evitar cualquier actividad física que suponga una presión excesiva sobre los músculos de la zona. En concreto, actividades como correr y realizar abdominales deberán limitarse para favorecer otras como la natación. Existen además un tipo de abdominales, denominados hipopresivos, que fortalecen la faja abdominal sin añadir tensión a la zona pélvica. Además, es importante controlar el levantamiento de peso, ya sea en el gimnasio como en las rutinas diarias.

¿Existe algún alimento o dieta recomendable?

   No existe ningún tipo de actuación en este sentido que promueva la mejora del suelo pélvico más allá de seguir una dieta equilibrada. Escribano apunta que sí es conveniente dejar el café o las bebidas alcohólicas, que repercuten en el funcionamiento y la salud de los órganos de la zona pélvica.

¿Se recupera el suelo pélvico?

   Escribano apunta que lo habitual es que la recuperación del suelo pélvico sea buena si se han realizado algunos de estos ejercicios durante la gestación y tras el parto. No obstante, el especialista señala que si existe algún tipo de pérdida de orina o incontinencia urinaria, o se detecta alguna anomalía en la zona es conveniente no dejar pasar el tiempo y realizar una consulta médica lo antes posible.

¿Qué sucede si existe patología?

   En la actualidad existen ya en los hospitales Unidades Hospitalarias de Suelo Pélvico en las que un equipo multidisciplinar formado por ginecólogos, urólogos, cirujanos y fisioterapeutas se encargan de diagnosticar y tratar los trastornos asociados a esta zona. En estos casos suelen existir problemas de incontinencia urinaria y los tratamientos pueden pasar por proporcionar al paciente un entrenamiento en ejercicios de Kegel hasta por la aplicación de corrientes eléctricas para tonificar los músculos de la zona. Escribano indica que cuando es necesario realizar cirugía

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